Cómo la aceptación ayuda a sanar el dolor
Introducción
Perder a alguien a quien amamos es una de las situaciones más dolorosas que podemos experimentar en nuestra vida. La muerte de un ser querido puede dejarnos con un dolor intenso que puede durar semanas, meses o incluso años. Sin embargo, aunque nada puede cambiar el hecho de que hemos perdido a esa persona, sí podemos aprender a lidiar con el dolor que nos atraviesa. En este artículo, hablaremos sobre cómo la aceptación puede ayudarnos en el proceso de sanar el dolor de perder a alguien.
¿Qué es la aceptación?
La aceptación es una actitud mental que nos permite enfrentar nuestras emociones de una manera sana para poder liberarlas. También se trata de una actitud que nos permite reconocer y asimilar nuestra nueva realidad, sin luchar contra ella. En lo que respecta al duelo, la aceptación significa aceptar la muerte de nuestro ser querido, aceptar nuestros sentimientos de dolor y dejar que ese dolor fluya a través de nosotros.
Las etapas del duelo
Antes de hablar sobre cómo la aceptación puede ayudarnos a sanar el dolor del duelo, es esencial que comprendamos cuáles son las etapas del duelo. El modelo de Kubler-Ross describe cinco etapas del duelo a través del cual un individuo atraviesa después de una pérdida: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Negación
Cuando perdemos a alguien, nuestra primera reacción puede ser la negación. Es posible que no podamos aceptar que ese ser querido se ha ido. Podemos sentir que esta situación no es real, que no puede ser verdad y en ocasiones nos encontramos a nosotros mismos pensando en cómo las cosas podrían haber sido diferentes.
Ira
Después de la negación viene la ira. En esta etapa, podemos sentir la necesidad de culpar a alguien o algo por nuestra pérdida. Podemos sentirnos enojados con Dios, con nuestro ser querido o con la vida en general. Es importante permitirnos sentir la ira y el dolor que tenemos dentro de nosotros. Aunque no podemos cambiar lo que ha sucedido, podemos validar nuestros sentimientos.
Negociación
En esta etapa, podemos sentir la necesidad de hacer acuerdos con nosotros mismos o con Dios. Podemos pedir por más tiempo con nuestro ser querido o conceptos similares. Esta etapa es normal, pero importante recordar que hay situaciones que no tienen solución cuando se trata de muerte.
Depresión
La depresión es una etapa dolorosa del duelo en la que podemos sentirnos desesperados, solos e inquietos por el futuro. Es normal sentirse triste en esta etapa. Permítete sentir porque es una etapa que es necesaria y debemos salir adelante aunque sea difícil.
Aceptación
La última etapa del duelo es la aceptación. Esta etapa puede llevar mucho tiempo y no hay una marca de tiempo definida para llegar a ella. La aceptación en el duelo no significa que te hayas ‘recuperado’ o que hayas ‘superado’ tu pérdida. De hecho, nunca vamos a recuperar a nuestra persona perdida, pero la aceptación significa que hemos llegado a un acuerdo con nosotros mismos de que nuestra persona amada se ha ido.
¿Cómo la aceptación ayuda en el proceso de sanar el dolor?
Cuando nuestra persona amada fallece, el dolor parece interminable e imposible de sobrellevar. Sin embargo, al hacer frente a nuestras emociones, podemos avanzar en nuestro proceso de duelo. La aceptación de la realidad nos permite el espacio mental para procesar nuestros sentimientos y emociones, permitiendonos el adecuado proceso de sanación. A continuación, analizaremos cómo la aceptación puede ayudarnos en el proceso de sanar el dolor:
Permitir el flujo de emociones
Cuando aceptamos la realidad de nuestra pérdida, podemos permitir que nuestras emociones fluyan a través de nosotros, lo que es esencial para nuestro proceso de curación. En lugar de tratar de reprimir o negar nuestras emociones, debemos aceptarlas y comenzar a experimentarlas. Además, permitir que nuestras emociones fluyan nos ayuda a liberar nuestra energía emocional acumulada, lo que reduce nuestros niveles de estrés y nos permite afrontar el día a día.
Reconocer y aceptar nuestra nueva realidad
Al aceptar la realidad de nuestra pérdida, también podemos aceptar nuestra nueva realidad sin luchar contra ella. Aceptar nuestra nueva realidad no significa que complacemos el hecho de que nuestro ser querido se haya ido. Al reconocer y aceptar nuestra nueva realidad, podemos comenzar a encontrar formas de vivir una nueva vida sin nuestro ser querido presente.
Permitir la sanación
Cuando nos permitimos aceptar la realidad de nuestra pérdida, nos estamos dando la oportunidad de sanar. Muchas personas temen a la aceptación porque temen que les haga sentir como si estuvieran ‘abandonando’ a su ser querido. Sin embargo, la aceptación no significa que le estamos dando la espalda a nuestro ser querido. Más bien, nos estamos permitiendo a nosotros mismos sanar y avanzar, lo que es esencial para nuestro proceso de recuperación.
Conclusión
Perder a alguien a quien amamos es una de las experiencias más dolorosas de la vida. Encontrar nuestro espacio mental y emocional para encontrarnos con nuestras capacidades de sanación es siempre importante, y la aceptación es una gran herramienta para lograr este objetivo. Permitirnos acepta la realidad de nuestra pérdida, y permitirnos el flujo natural de emociones paralelo a el nos ayuda a avanzar en nuestro proceso de duelo. Recordemos que, aunque no podemos recuperar a nuestra persona perdida, podemos aprender a vivir una nueva vida con nuestra persona amada para siempre en nuestras mentes.